El turismo cultural representa el 40 por ciento de los viajes en el mundo, de los cuales el 25 por ciento de sus viajeros consideran a la comida en el momento de decidir un viaje, y el 58 por ciento están interesados en tomar un viaje gastronómico. El turismo cultural es el segmento de gasto promedio más alto y duplica al de sol y playa (Según el reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE 2008).
Nutrición y alimentos funcionales
Un alimento se puede considerar funcional si se demuestra que, además de tener un efecto nutricional adecuado, afecta de forma beneficiosa a una o varias funciones del organismo, de modo que contribuya a mejorar la salud y el bienestar o a reducir el riesgo de padecer enfermedades, por lo que la inclusión de los alimentos funcionales aumenta cada año en un 16 por ciento (http://www.coa-nutricion.com).
Esta importancia de los alimentos funcionales ha generado una tendencia de los súper alimentos, con gran aceptación y demanda de los turistas gastronómicos. Podemos destacar algunos de estos alimentos que se recomienda consumir antes, durante y después del viaje para ayudar al control de nuestro organismo: manzanas (fuente importante de fibra, ayuda al mareo en los cruceros); jugo de piña (diurético para los viajeros que retienen líquidos); chocolate amargo (antioxidantes y alto en nutrientes, consumir preferentemente 80 por ciento chocolate y 20 por ciento azúcar mascabado que tiene menos calorías, es más digerible y asimilable en la sangre); chía (excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 de origen vegetal); quinua (mejora la digestión y es apta para celiacos); almendras y nueces (reducción de hasta un 30 por ciento en riesgo de enfermedades cardiacas). Los brotes germinados son uno de los más completos y nutricionalmente beneficiosos (ayudan a combatir el cáncer).
Uno de los súper alimentos compuestos preferidos por todos los viajeros del mundo es el Muesli, integrado por cereales, leche o yogurt natural, manzana, miel y jugo de limón puro (es considerado muy completo, tanto para adultos como para niños, especialmente aquellos que no comen convenientemente o que sufren de estreñimiento).
Antes de viajar es importante conocer los productos tradicionales y cuáles de éstos son funcionales en los países que visita; por ejemplo, en México se recomienda a los turistas el consumo de aguacate (aporta flavonoides, reduce el colesterol y la hipertensión arterial por su potasio); frijol negro (ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre); y el chile, que acelera el metabolismo por cuatro horas y con ello la digestión, y por supuesto preguntar el grado de picor, que normalmente se expresa en bajo, medio y alto. Si quiere medio le recomendamos bajo y si quiere alto consuma medio. El alto lo recomendamos en una tercera visita, una vez que su cuerpo se haya adaptado.
Otros súper alimentos que están cobrando gran fuerza en los turistas son: el freekeh, que es un grano tradicional de la cocina árabe. El perfil nutricional de este trigo verde es realmente animador, tiene hasta cinco veces más fibras que el arroz integral; son características que dan al grano el poder de saciar y reducir la carga glicémica de la comida de un atleta o una persona con problemas de azúcar o sobrepeso. El Bimi es un nuevo híbrido japonés entre el brócoli convencional (B. oleracea grupo Itálica) y el brócoli chino o kailan (Brassica oleracea grupo Alboglabra), tiene un sabor dulce y suave, su consumo puede ser en crudo o procesado, tiene un mayor contenido que el brócoli de fibra dietética, proteína total y algunos minerales (Ca, Mg, Fe, Mn, Cu y Zn), previene enfermedades cardiovasculares y cataratas. El kale es muy popular entre los viajeros estadounidenses por una nueva línea de alimentación cruda llamada “comida viviente” (living food). Tiene gran presencia de clorofila por lo que es muy favorable en los procesos de recuperación de anemia, es rico en fitoquímicos que han demostrado tener poderosos efectos protectores sobre las células: las limpia de elementos tóxicos y las protege del cáncer.
Para saber las cantidades de alimento con las que nos debemos alimentar, es necesario saber exactamente “cuál es la ingesta de calorías adecuada diaria, de acuerdo a la edad, peso, actividades y otros relacionados con la vida cotidiana de las personas”. De esta forma, ya se pueden contabilizar las calorías de los alimentos funcionales para que, consumidos de manera balanceada, no rebasen los límites recomendados. La tabla siguiente nos muestra los promedios de acuerdo a edad y sexo de personas con una vida normal que hacen al menos tres veces a la semana ejercicio por 30 minutos, por lo que su incremento dependerá de las actividades físicas y las rutinas de ejercicio individuales, para lo que se recomienda visitar a un nutriólogo o especialista.
Fuente: Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
Los problemas de un mal sistema de alimentación traen consecuencias funestas, que pueden ser previsibles si se planifican con antelación. También hay que subrayar la falta de formación en cultura alimenticia en la gran mayoría de personas que colaboran dentro del turismo gastronómico, que tiene como consecuencia la falta de opciones con referencia a estas consideraciones; por ejemplo, no poner la información nutrimental mínima (kilocalorías, grasas, colesterol, sodio, carbohidratos, fibra dietética y proteínas) por cada platillo o bebida en los menús de restaurantes, o en la creación de servicios añadidos de nutrición por un especialista en los mismos establecimientos; colaboradores cualificados que puedan recomendar platos y bebidas funcionales para cada tipo de persona o enfermedad que padezcan. La nutrición es un campo con gran futuro para los establecimientos de servicios de alimentos y bebidas, que se puede convertir claramente en un factor de competitividad, pues el turista actual está mucho más sensibilizado en lo que necesita comer, y con base en ello cada día más selecciona a dónde acudir.
El buen y bien comer empieza antes del viaje en la casa, donde se encuentra esta problemática de malos hábitos alimenticios, debemos erradicarla desde los hogares como parte de una educación preventiva de salud. Es necesario, de igual modo, “planificar el sistema alimenticio de nuestro entorno, especialmente el familiar”, con estrategias sencillas donde se involucre a todos los miembros. Afortunadamente ya existe mucha bibliografía al respecto. El libro “La cocina de la salud”*, escrito por el cocinero de la década Ferran Adrià, y el cardiólogo Valentín Fuster, quien ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por 27 Universidades gracias a su labor en pro de la salud, ejemplifica a una familia promedio y las acciones que pueden tomar a favor de un sistema de alimentación saludable, con un lenguaje extremadamente simple y coloquial que permite no sólo entender la importancia de como nos alimentamos, sino que va educando al lector de una manera muy sutil en cómo debemos de hacerlo.
Entre estas acciones se recomiendan un buen desayuno que alimenta el cerebro y previene el sobrepeso, cómo debemos aprender a leer las etiquetas de los alimentos, lo aconsejable que es llevar a los niños a los pequeños mercados convencionales que están en peligro de extinción, para sensibilizarlos con los grandes esfuerzos que realizan los pequeños emprendedores del sistema alimenticio para sobrevivir. Recomiendan tener una lista para las compras del supermercado y no ir sin comer, pues esto puede provocar adquirir cosas innecesarias.
Es de subrayar la enorme incidencia de la gastronomía en la salud o enfermedad del ser humano. Lamentablemente seguir regímenes alimenticios como la dietética o consumir alimentos de calidad certificada, no es accesible para todos por falta de mayores ingresos, que impide a la población en general obtener una dieta adecuada. Por ello, cobra más importancia el conocimiento y la formación acerca de la nutrición y los alimentos funcionales como parte de un estilo de vida saludable, viajando y en casa, que es indispensable para prevenir o minimizar las enfermedades causadas por lo que comemos.
Recordemos dos de los aforismos de Brillat-Savarin**, el gran filósofo de la gastronomía: “El destino de las naciones depende del modo en que se nutren” y “Dime lo que comes y te diré lo que eres”; a lo que agrego: “como y a quien le consumes” si es local para ser un ¡viajero sostenible!
* Adrià, Ferran; Corbella, Josep; y Fuster, Valentín. (2010): La cocina de la salud. Edit. Planeta, Barcelona. ** Brillat-Savarin, J. Anthelme. (1825): Fisiología del gusto o meditaciones de gastronomía trascendental. Maxtor, Madrid.
Fragmentos del libro: Montecinos, Antonio. (2012): Planificación del Turismo Gastronómico Sostenible: Servicios, rutas, productos, destinos. CEGAHO. México. Ver más en http://www.cegaho.com.mx/libro
Acerca del autor: Antonio Montecinos es Doctor en Turismo especialista en investigación y planificación de rutas y productos gastronómicos y turísticos sostenibles dir.cegaho@cegaho.com.mx FB y TW: @gastrosofo www.cegaho.com.mx
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