Se acerca la Navidad, una temporada en la que el amor, las tradiciones y la fraternidad se sienten en cada reunión con la familia o amigos.
En México, la Navidad se distingue por fusionar la religión católica española con nuestras raíces prehispánicas e indígenas en una sola, convirtiendo esta celebración en una temporada de alto impacto emocional, cultural y gastronómico.
Este año, con el fin de acercar la cultura y las tradiciones mexicanas al consumidor final, se organiza la segunda edición de la Feria de la Piñata y la Esfera, que en esta ocasión tendrá como estado invitado a Guerrero, en apoyo para los artesanos y productores de los municipios de Acapulco, Marquelia y Coyuca.
Esferas artesanales Chignahuapan, Puebla
México es un país lleno de cultura, tradiciones y costumbres, las cuales se han transmitido a lo largo de la historia y de generación en generación, y justamente así es como se crean las esferas y adornos navideños de los artesanos de Chignahuapan, Puebla.
Con una tradición de más de un siglo, los artesanos y familias del municipio de Chignahuapan se preparan desde principio de año para la elaboración de esferas y artículos decorativos para las fiestas navideñas. Esta actividad es su principal ingreso económico y cuenta con más de 200 talleres destinados exclusivamente a la realización de las esferas.
Su proceso artesanal requiere mucho cuidado y amor a la hora de soplar el vidrio y convertirlo en esferas circulares, de estrella, flor, piñata, en fin, una amplia variedad de creaciones artísticas para decorar tu árbol navideño.
Dale, dale, dale… a las Piñatas de Acolman
Existen dos versiones sobre el nacimiento de las piñatas; una de ellas se remonta a la antigua China, donde se rellenaba de semillas la figura de un buey para las celebraciones de año nuevo; y la segunda versión pertenece a las tradiciones mayas donde practicaban un juego en el que colgaban una olla de barro llena de cacao y consistía en tratar de romperla con los ojos vendados.
Las piñatas son un símbolo muy tradicional de México por su de alegría, diversión y significado espiritual, y son utilizadas tanto para las fiestas de cumpleaños como para las posadas navideñas.
Tras la conquista, las piñatas de origen indígena tuvieron un carácter religioso como un medio de evangelización en forma de estrella con 7 picos y de colores llamativos, donde su principal objetivo es romperla para eliminar el mal en el plano material y profano. Las piñatas encajaron a la perfección con las posadas y fiestas decembrinas.
La forma de la piñata tradicional es una estrella de siete picos, donde cada uno simbolizan uno de los siete pecados capitales: envidia, gula, avaricia, ira, lujuria, pereza y soberbia. Realizada en olla de barro y papel de china en colores llamativos que simbolizan el oropel y las tentaciones. El palo se utiliza para pegarle, y romperla simula la fuerza con la que se vence al mal y se destruye la falsedad y el engaño, y se realiza con los ojos vendados porque representa la fe ciega en Dios.
El municipio de Acolman, en el Estado de México, está ubicado a 40 km al noreste de la CDMX y es considerado como la cuna de las piñatas en México. La mayoría de los habitantes de este municipio se dedican al oficio de creación de piñatas, siendo productos de exportación a todo el mundo.
El gran lujo de esta feria es poder disfrutar y tener a tu alcance artículos y regalos navideños 100 % hechas a mano por artesanos mexicanos, que impregnan su amor por su oficio de generación a generación, sus colores, sus aromas, sus tradiciones y cultura. Eso es lujo, piezas únicas e irrepetibles con sabor a México.
La Feria de la Piñata y la Esfera se llevará a cabo los días 2 y 3 de diciembre en el Colegio México, Durango 49, Col. Roma.
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